Explosiones ocurren a lo largo de los Estados Unidos en varias formas y escenarios, generalmente causadas por alguna forma de negligencia. Aunque nuestra idea inicial podría ser un ataque terrorista o una acción militar, el mayor potencial para una explosión se encuentra en un entorno laboral. Muchas ocupaciones, especialmente aquellas que utilizan productos químicos, electricidad, gas, sustancias explosivas o materiales inflamables, son las más propensas. Incluso siguiendo las pautas de seguridad y peligro más estrictas, un percance puede ser catastrófico y, a menudo, se extiende a sus alrededores. En particular, las más susceptibles son industrias como la de refinación, oleoductos, yacimientos petrolíferos o plataformas petrolíferas, y otras plantas industriales o de fabricación. En casi todos los casos, se puede evitar una explosión. En Galindo Law, somos agresivos en la lucha por lesiones personales y daños a la propiedad resultantes de explosiones.